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Marineros abren academia en Boca Chica

Con siete bonos millonarios otorgados entre 2006 y 2013 a prospectos criollos, ningún equipo ha sido más agresivo que los Marineros de Seattle. Pero el conjunto no tenía facilidades adecuadas en el país, y los últimos 16 años entrenaba en pequeños espacios arrendados en academias en Villa Mella y Guerra, lo que afectaba su metodología de trabajo. Desde ayer la historia es otra.

Con una inversión de US$7,3 millones, la novena de Ken Griffey Jr., Edgar Martínez y ahora Robinson Canó, inauguró una de las academias de béisbol más modernas fuera de los Estados Unidos, en una superficie de 10 mil metros cuadrados, en una actividad a la que asistieron los principales ejecutivos del equipo y el alcalde de Boca Chica, Daniel Ozuna.

“La decisión la tomamos hace cuatro años; para ser competitivos necesitamos tener una presencia más agresiva en América Latina, especialmente en la República Dominicana, y para lograr eso nos propusimos hacer el mejor complejo, y creo que lo logramos”, dijo Kevin Mather, presidente del equipo. Y Seattle tiene razones de sobra para apostar por el talento criollo. El primer hit en la historia de la franquicia lo pegó un dominicano, José Báez (seis de abril de 1977). También el primer cuadrangular fue obra de un criollo, Juan Ramón Bernhardt (10 de abril del mismo año), y otros 33 criollos han pasado por el equipo, entre ellos Alex Rodríguez, José Guillén, José Mesa, Félix Fermín, Adrian Beltré y Rafael Soriano.

La instalación consiste en tres estadios, un medio play, gimnasio, una amplia caja de bateo bajo techo que permite hasta nueve jugadores tomar práctica a la vez, tres edificios con oficinas administrativas, laboratorios de computadoras, área de sauna, salones de estudios, comedor y dormitorios para albergar 80 jugadores, entrenadores y personal de mantenimiento.

Una vez adquirido el terreno, el equipo reclutó a Martín Valerio como director administrativo y al veterano escucha Eddy Toledo para dirigir el departamento de reclutamiento.

“Estas facilidades nos llevarán a otro nivel, aquí los jugadores tendrán una mayor oportunidad de desarrollar sus habilidades. Yo duré casi 22 años entrenando a los prospectos de los Mets en el Centro Olímpico, y si hubiese tenido algo parecido a esta estructura, de seguro hubiese producido tres veces más talento que el que sacamos”, dijo Toledo, el descubridor de José Reyes, Nelson Cruz, Octavio Dotel, Carlos Gómez y más de 30 bigleaguers. En su breve estadía en Tampa Bay firmó a Enny Romero y Alexander Colomé.

La obra fue diseñada por el arquitecto José Mella, el mismo que preparó la de los Cachorros, Cardenales, Piratas y Mets, y levantada por la empresa Elmufdi Construcciones.

Después de tener que comprometer US$240 millones para fichar a Canó en la pasada temporada muerta, y otros US$175 millones en enero de 2013 para asegurar al venezolano Félix Hernández, el equipo aspira a identificar ese tipo de talento en América Latina, una región de planeta con un material que parece inagotable para el béisbol.

Las nuevas instalaciones se encuentran en un corredor que reúne a más de 20 organizaciones a una distancia máxima de 20 minutos.

“Este es un gran día para los Marineros, de aquí han de salir mejores jugadores al tener mejores condiciones de entrenamientos, ahora seremos más agresivos”, dijo el gerente general del equipo, Jack Zdriencik.

Seattle dio bonos de siete o más cifras a Carlos Triunfel (US$1,3 millones en 2006), Jarmidhy de Jesús (US$1 millones en 2007), Julio Morbán (US$1,1 millones en 2008), Guillermo Pimentel (US$2 millones en 2009), Phillips Castillo (US$2,2 millones en 2010), Esteilon Peguero (US$1,1 millones en 2010) y Hersin Martínez (US$1,1 millones en 2012).

La mitad de los 30 equipos ya tienen academias propias en el país y el resto tiene facilidades rentadas.

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